NUKAK MAKU: UN PUEBLO NÓMADA QUE
SE EXTINGUE
Nukak Makú
últimos nómadas verdes de la Amazonia Colombiana, debido a la devastación de su
población por la malaria paludismos, desnutrición, tuberculosis y la gripe
desde su primer contacto con foráneos desde 1988; ahora sus tierras han sido
ocupadas por cultivadores de coca, guerrillas de izquierdas, paramilitares de
derechas y por el ejército colombiano.
Los
indígenas Nukak, los habitantes más antiguos del Nordeste
Amazónico, viven entre los ríos Guaviare e Inírida, al borde de la cuenca
amazónica. Ellos son sólo uno de los seis grupos que constituyen los pueblos
Makú, todos ellos cazadores-recolectores nómadas. Viven en pequeños grupos
familiares, prefieren el interior de la selva a los ríos y están en constante
movimiento. Al ser tan itinerantes, significa que tienen muy pocas
pertenencias, y lo poco que poseen debe ser fácilmente transportable. Así, en
tan sólo pocos minutos, son capaces de enrollar sus hamacas hechas de hilo de
fibra, guardar sus ollas y otros pocos artículos en sus mochilas hechas a mano,
y ponerse en marcha. Los nukak han huido de su tierra tras quedar atrapados en
el conflicto armado del narcotráfico en Colombia. Su recóndita selva ha sido
arrasada por colonos que cultivan coca para el lucrativo comercio de la
cocaína.
Adicional a
los problemas epidémicos y violentos los Nukak Maku están expuestos a los
constantes suicidios de sus habitantes, con fue el caso de MOW BE, de 27 años, miembro de la etnia NUKAK, desesperado por no
poder ayudar a su tribu a regresar a sus territorios ancestrales, tomó un
brebaje llamado BARBASCO, el pasado 16 de octubre, y esperó recostado en su
hamaca a la muerte. Cuando lo encontraron fue trasladado al hospital de
Villavicencio para hacerle un lavado de estómago, según relata Higinio Obispo,
de la Organización Indígena de Colombia (ONIC), pero ya
era tarde. Murió 12 horas después. MOW BE conoció su primer desplazamiento con
7 años, cuando tuvo que abandonar su tribu con otros 234 NUKAK forzados por la
violencia y la ocupación de sus tierras. En 1990 murió su padre de una
epidemia, él y sus hermanos quedaron con los colonos, con ellos aprendió,
aparte de algunas costumbres, español, cuando creció volvió con su etnia y
durante años fue el interlocutor de sus derechos. Este es sólo uno de los casos
de etnocidio Nukak.
El etnocidio
de debe a varios aspectos mencionados a continuación: En primer lugar “No
soportan su situación tan precaria” actualmente trabajan como raspachines de
coca, no practican sus ancestrales prácticas de vida, se han vuelto sedentarios
gracias a la instauración del Capitalismo, viven en condiciones no aptas en cuanto a salubridad. En segundo
lugar “Sus tierras han sido ocupadas”
no obstante que es un pueblo nómada la constante desforestación efectuadas por
las industrias y el desplazamiento armado son las principales causas que el
pueblo Nukak Maku se vea en la obligación de buscar hogar cerca de los cascos
urbanos del Guaviare los que atenta con sus comportamiento culturales, y en
tercer lugar los Nukak presentan altos índices de desnutrición y
reiterados casos de paludismo y tuberculosis en medio de un preocupante proceso
de desarraigo y dependencia de las ayudas asistenciales; tienen serias
limitaciones para acceder a alimentos tradicionales del bosque, lo que pone en
riesgo su seguridad alimentaria. A eso se suma su dependencia por la remesa y
los alimentos agroindustriales que brindan las entidades de apoyo, lo que en
algunas ocasiones ha tenido efectos negativos en su cultura.
Aunque
varias instituciones estatales y organismos no gubernamentales han tratado de
aliviar sus condiciones humanitarias de emergencia, aún es limitado el alcance
en cuanto a asegurar su pervivencia cultural y física en su territorio. En los
últimos años han tenido que soportar momentos muy difíciles. Como desplazados,
han vivido en asentamientos comunes en los alrededores de San José del Guaviare
enfrentando, por primera vez, una convivencia con más de 160 personas, ya que
en el pasado llegaron familias a las cabeceras del Guaviare, pero nunca en
grupos mayores de 40.Esta situación les ha generado también un sentimiento
de desesperanza generalizada ante la incertidumbre sobre un regreso seguro a
sus sitios de origen. Con las instituciones del Gobierno han explorado
posibilidades de retorno en el 2003, 2005 y 2007 sin lograr, hasta el momento,
resultados satisfactorios ante las condiciones de seguridad en el territorio.
Ante la inminente extinción de pueblos
indígenas como los Nukak Makú, la organización Naciones Unidas acaba de lanzar
una campaña para alertar y pedir protección para 35 comunidades en Colombia que
están en riesgo de desaparecer. Se trata de una campaña que busca llamar la
atención nacional e internacional sobre la necesidad de proteger a estas tribus
aborígenes expuestas y completamente vulnerables a los efectos de la guerra.
Una guerra que los desplaza, desaparece, masacra, destroza con minas
antipersona y se lleva a sus hijos y adolescentes a combatir. En una
entrevista, la periodista Luisa Fernanda López, de Radio Nederland, habló con
Rebecca Spooner, de la organización Survival, quien indicó que las campañas
ayudan, “pero en el caso de Colombia, la violencia es muy grave”.
En Conclusión el pueblo de los Nukak Maku es solo uno de los tantos pueblos Colombianos que están en peligro de su extinción, y las causas son casi las mismas que afectan a las comunidades en general, y la principal de ellas es el conflicto armado que tiene nuestro país y que no tiene una pronta solución. El Gobierno como es costumbre brinda paño de agua fría para calmar un poco la situación. La extinción es inminente si no se toman mediadas de protección como las que plantea la ONU, ya que son patrimonio cultural a nivel mundial y por lo tanto hay que protegerlas y velar que sus condiciones de vida sean las más adecuadas, claro está conservando sus comportamiento ancestrales que los caracteriza.
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